El pacto
Solo una columna de luz rompía la oscuridad de la habitación, bajo esa rebelión se encontraba la silla del condenado que escuchaba como las palabras surgían de una esquina de la estancia donde solo se podía apreciar una barbilla acompañada de una frondosa perilla y un luz intermitente que crecía al ritmo de las caladas al cigarrillo...
Demonio: Vengo a por su alma caballero. Su tiempo ha expirado.
Condenado: Y no podría llevarse un riñón, tengo dos.
Demonio: Lo siento, pero sólo acepto bienes inmateriales.
Condenado: Pero... ¿mi alma? ¡Hace un momento estaba viendo el fútbol con mis amigos? ¿Cómo ha quedado el partido?
Demonio: España es campeona del mundo, ha marcado Iniesta.
Condenado: Uff, menos mal.
Demonio: Pero no es eso lo que debe preocuparte.
Condenado: ¿Por qué? ¿Acaso me clarea el pelo? ¿Halitosis quizás?
Demonio: Vengo a llevarme su alma sin ningún posible acto de devolución, voy a enterrarla en carbón incandescente con jersey de cuello vuelto.
Condenado: Escúcheme, soy un hombre de posibles, si me deja hablar con mi abogado podría recompensarlo con generosidad.
(Brotan chispas del cigarro de lucifer, alias diablo, alias belcebú, alias alias, alias mosca en la barbacoa)
Demonio: ¡Silencio! Mi favor no se otorga a cambio de dinero, ¡yo inventé el dinero!
Condenado: ¿Y lo saben los del fondo monetario internacional?
Demonio: Aunque también puedo decirle que existe una forma de eludir el castigo...
Condenado: Le escucho...
Demonio: Si me entrega 10 almas a cambio de la suya obtendrá una nueva oportunidad.
Condenado: ¿Eterna?
Demonio: Su sedentarismo supera mis habilidades como rey del inframundo.
Condenado: ¿Y de dónde voy a sacar 10 almas?
Demonio: Eso no es asunto mío, busque entre sus amigos...
Condenado: ¿¡Amigos!? Soy promotor inmobiliario.
Demonio: ¿De veras? Quizás debiese ofrecerle un ministerio... Tiene 24 horas para traer las almas.
Condenado: ¿Tengo dietas de desplazamiento?
El demonio dio una gran calada a su cigarro y expulsó todo el humo sobre el condenado cerrando la visión de lugar, cuando volvió a abrir sus ojos se encontraba tumbado sobre la cama, en ese momento el demonio se dio cuenta de que debía dejar de fumar y comenzó a vigilar los actos del condenado.
Querido Gin,
ResponderEliminarNo he desaparecido por voluntad mía, tengo muy pendiente tu última propuesta, pero he escrito otros posts porque los puedo hacer más flow, tu listón debe ser tratado con la máxima atención, como una vagina recién rasurada.
regresaré pronto para leerte con calma, hacer el post debido, y contratacar con la propuesta.
Lo de la monja, no fuiste tu el que creaste un blog llamado en la otra orilla del pezón de la monja?
Espero que estés bien y tan prolífico como siempre.
Abrazo literario,
VD
Ahora me vengo a enterar, gracias a su maravillosa pluma que Belcebú, alias alias, no es más que otro maldito correo spam, me desagrada profundamente, tanto que voy a dejar el grupo de ayuda para mi ateísmo.
ResponderEliminarDiablos eran los de antes.
Un fuerte abrazo, su majestad…
Aguéin maravilleitid bay yor imayineishion. Mis congratuleishions (qué buena suerte); gorviste a jaséme de reí.
ResponderEliminar...Espléndido. Un aplauso (plas!)
Fantástico, como siempre Gin!
ResponderEliminarY dejame darte mi impresión: me parece que todo el texto fue una excua para recordarnos una vez más, el liderazgo mundial del fútbol español, o no??? jajaja
Besazos, guapo!