La misión. Episodio cinco.

Capitán: Eso no es suficiente, necesitamos algo más contundente.

Ramón L´Argent: Hagan lo que quieran, pero la deuda tiene que ser abonada.

Sargento: Entonces tendremos que seguir invadiendo capitán.

Capitán: Déjeme pensar… Primero hay que finiquitar esta guerra, y después valoraremos algún territorio, digo… la situación. ¿Dónde están los abogados?

Sargento: No se preocupe capitán, parece que se han encontrado con Satanás en las trincheras y andan reclamándole algo.

Capitán: Entiendo… ¿y a cuánto asciende la deuda señor L´Argent?

Ramón L´Argent se acerca al capitán y le susurra la cantidad al oído.

Capitán: ¡Demonios!

Soldado: Andan fuera discutiendo.

Capitán: Para llegar a esa suma tendremos que invadir algún país con petróleo.

Cabo: Tampoco tenemos mantequilla para el desayuno.

Capitán: Bueno, también invadiremos Suiza.

Sargento: Capitán, ¡mi capitán! ¿Seguiremos el protocolo oficial para invasiones?

Capitán: Exacto Sargento.

Sargento: Es usted brillante mi capitán.

Capitán: Lo sé.

Sargento: ¡Cabo!

Cabo: ¡Sí señor!

Sargento: Revise las felicitaciones de navidad recibidas este año.

Cabo: Sí señor. Parece que están todas.

Capitán: (Pensativo) Ya veo…

Comentarios

  1. Jajaja, lo de los abogados negociando en las trincheras es tal cual!!
    Qué gusto leerte nuevamente, Gin! Y veremos cómo termina esta historia...
    Besos!

    ResponderEliminar
  2. No sé dónde centrar mis esfuerzos, si en las voluntades militares o en los reclamos financieros, por lo tanto la abogacía va a estar un largo rato forzando la discusión, imagino que la resolución será tan magnífica como el desarrollo de la novela.

    Siento la comodidad de la satisfacción incursionando mis comentarios en su espacio mi estimado Gincrispi.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Las frases inconexas son las que mejor explican la crudeza de esta guerra tan útil y necesaria. Todos necesitamos mantequilla, y todo buen sargento debe estar al día de las felicitaciones de navidad, primordiales para el buen ánimo de los reclutas.

    Un abrazo,

    VD

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

El Jes Extender es el opio del pueblo.
Al salir cierra la puerta que se escapa el gato.

Entradas populares de este blog

A Belén Esteban le cae un objeto de atrezzo en la cara y aparece un tercer rostro.

Receta para un guacamole de 10

Un poco de historia