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Mostrando entradas de 2011

El monstruo de Gila.

Un pequeño y humilde homenaje. Un soldado con cierto aire de pasota descuelga el teléfono para marcar... -Hola, ¿es la guerra? Mire, le llamaba para decirle que mañana no vamos a poder ir, es la comunión de la hija del general. Sí, ¡la que sale en la película de John Travolta no, de su hija biológica! Claro, claro... Entonces les llamaba para eso, ¿cómo? Pues no sé... Me lo pide con esa cadencia de palabra que no se que decirle, pero usted, ¿usted se ha dado cuenta de que son el enemigo? ¿Y a mí que más me da eso! Nosotros no vamos a limpiar, además, encontrar 10.000 cubiertos de aquí al martes va a ser complicado, si al menos fuese para el miércoles... Por cierto, tenéis un artillero con muy mala baba, le habéis chafado el puente a Garrido, ¡qué vete tú a saber cuándo vamos a tener otro puente como dios manda con el de las barbas! Sí ya lo sé hombre... Sí es su trabajo; pero mira, para la próxima vez podéis tener en cuenta a Muñoz, un calvo con mel

El fin.

-Hola Antonio, ¿qué haces en el hospital? -Hola Sally. Fui tío hace un mes. Mi sobrino nació con dos meses de antelación y vengo a verlo a menudo. -¿Y cómo se encuentra? -Muy bien. El hospital tiene un equipo de prematuros extraordinario, ganaron el último campeonato con cinco jornadas de antelación. ¿Y tú qué tal? -Estoy siguiendo un tratamiento de fertilidad y vengo de un chequeo. -¿Vienes sola? Dónde está el fulano ese... ¿Cómo era? -¡Paul! ¡Oh vamos, no empieces! -No mujer. -Pensaba que lo habías superado. -Con solo escuchar su nombre mi cuerpo se llena de anticuerpos. Sally esboza una pequeña sonrisa. -¿Por qué te ríes? -No sigas Antonio. -Aún no entiendo como una mujer como tú sigue manteniendo una relación con ese tipo. -Paul es un buen hombre. ¿Sigues con tu terapia? -Sí, aunque no creo que esté funcionando. Sigo levantándome todos los días para trabajar, una cosa de locos. -Siempre has tenido dificultad para amoldarte a la vida r

El aviador entre la bruma.

En cuanto presenté mi pie derecho al nuevo día pude adivinar que iba a ser una jornada complicada. Con la simple tardanza de hacer humear el pan de ayer sobre la plancha comenzó a sonar el teléfono. Tras un breve diálogo mamporrero mi jefe me encomendó la faena a cumplir, tenía que encontrar a un tipo apellidado Harrys que se dedicaba a reventar el negocio de la empresa en la parte sur de la ciudad. Sin perder el tiempo me llevé parte de la tostada en la boca mientras forraba mi torso con la cazadora vaquera que yacía junto a la puerta. En pocos minutos me encontraba rastreando la ciudad con mi olfato porcino, en solo unas horas encontré varias bellotas pero ningún rastro del perseguido. Así que adopté la vía fácil; buscar a Tomy, mi soplón particular, para aligerar el trabajo. El estaba dónde siempre: 48.48 N, 15.15 S. -¿Qué pasa Tomy? -¿Qué pasa pavo, qué haces por aquí? -Busco información, de la que tú me puedes dar. -Tengo algo que te puede gustar. Resulta

Un día cualquiera.

Dos amigos se encuentran en el interior de un grupo de personas que observan una protesta junto a la puerta de un edificio gubernametal... Manuel: ¡Paco! ¡Cuánto tiempo! Paco: ¿Qué tal? ¿Qué ocurre aquí? Manuel: Parece ser que se han concentrado el Sodio y el Cloro en la puerta del ayuntamiento para demandar una mar más salada. Paco: Vaya por dios... La cosa está muy mala. Manuel: A este paso vamos a necesitar un Ministerio para la cosa. Si la consiguiesen arreglar se acabarían nuestras penas. Paco: Creo que la situación no es tan difícil de arreglar. Como no quiero ser pretencioso por mi parte, lo seré por parte de otro. Concretamente por parte del señor afrancesado de boina y jersey a rayas. Manuel: ¿Qué quieres decir? Paco: Lo que quiero decir es que ese señor parece un marinero marsellés. Manuel: No, sobre la cosa. Paco: Pues que todo está solucionado, combatiremos el paro creando empleo. Manuel: ¿Y cómo crearás empleo? Paco: Eso es asun

Mousse de desencanto.

-Llevaba unas semanas sin abrir el buzón y cuando me dispuse a retirar la llave de la cerradura las cartas cayeron al suelo como la nieve de un desfiladero en un concierto de los tres tenores. Sobre toda la publicidad, notas de mi casero y otras cartas hubo un sobre que llamó poderosamente mi atención. Tras doblar mi espalda como una bisagra de principios de siglo tomé el sobre y lo abrí. “Querido Martín, te escribo esta carta para decirte que vas a dejar de ser mi amante interino. El proceso de selección ha terminado y nos has pasado la criba” Lo primero que vino a mi cabeza fue la duda de quién era ese supuesto Martín, no tenía ni idea de quien podría protagonizar un polígono amoroso de ese calibre, pero... Creo que tampoco me interesa. Continué ojeando el taco de misivas y entre ellas asomaba la cabeza un pico de color negro y rojo que adelantaba a los demás ante mis ojos. Agarré el saliente y tiré de él hasta hacerlo visible a mi curiosidad. Era una invitación pa

La Chilliada

Paris: No sé que hacer, odio este tipo de situaciones. Teleco: Creo que deberías buscar pareja en tu ciudad, en el pueblo, cerca de donde naciste.. Paris: ¿Tú crees? Quizás no sea lo adecuado, pertenecemos a mundos diferentes. Teleco: ¿Entonces? ¿Por qué dudas tanto? Mientras te decides me tomaré un vaso de leche. ¿Quieres? Paris: No, gracias. Teleco: ¿Eres intolerante a la lactosa? Paris: No, pero odio cuando habla de política. Teleco: Aún no entiendo por qué te atrae tanto. Tienes un pueblo entero de mujeres dispuestas a desposarte contigo. Paris: Quizás sea su pelo, quizás sea su mirada. Teleco: ¿Estás seguro Paris? Si quieres buscar pareja puedes mandar tu perfil a Meetic, nos ahorraríamos un disgusto. Paris: No puedo, tengo un troyano en el ordenador. Teleco: ¿Estás pensando en ir a por ella? Paris: Estaba pensando que la parte baja de la pierna, justo por detrás del tobillo, ¿no tiene nombre, verdad? Teleco: Claro que sí,

Una zarigüeya nunca es suficiente.

Un cliente baja a la recepción de un hotel para mostrar su queja sobre un incidente que ha tenido lugar... Valdo V. Vázquez: (Tocando el timbre de la recepción) ¡Oiga! ¡Oiga! Recepcionista: Dígame caballero. Valdo V. Vázquez: Tengo una queja, hay una zarigüeya en mi habitación y yo había pedido dos. Recepcionista: Lo lamento caballero, pero el hotel no está relacionado con ese tipo de política. Si quiere puedo cambiarlo de habitación. Valdo V. Vázquez: Está bien. Recepcionista: ¿Quiere una habitación con vistas? Valdo V. Vázquez: Prefiero que tenga conversación, ¿Qué puede decirme de aquella? (señalando) Recepcionista: Eso es un cuadro. Valdo V. Vázquez: Me está sacando de mis casillas, ¿dónde está mi caviar? Recepcionista: ¿Caviar? Valdo V. Vázquez: ¿Quién ha dicho caviar? (Acercándose al recepcionista) Escúcheme, James Stewart nos está observando desde la ventana, no hay tiempo que perder. Recepcionista: ¿Cómo? Valdo V. Vázquez: ¡No

Algo absurdo.

Debíamos escapar, no teníamos otra elección. El canciller Helmud Felpa pretendía llenar la Europa occidental de una pegajosa doctrina política acompañada de hombreras y colores chillones que haría desvanecer la mayor de las voluntades. Huimos a través de un largo túnel que resultó ser el colón del sargento de artillería y fuegos fatuos Robert SmileForever, nunca volví a ver un colón tan bien amueblado. Tras una semana de persecuciones llegó a nuestros oídos que el canciller Helmud Felpa fue apresado en la frontera de belcro situada en las puertas de Brandeburgo, la rana Gustavo también causó baja. Y ahora hablemos de Sócrates. Sócrates perdió su nombre en una partida de póker griego, cuando fue al registro civil solo quedaban dos nombres: Galiano y Angela Merkel. Así que prefirió llamarse Sócrates, como el jugador de la selección brasileña de fútbol. Alguien piensa que Sócrates fue un personaje real, y está claro que su educación fue posterior a la década de los noventa. Gracias

Hagan las Indias.

Extracto de la carta que el capitán Salazar Morris Escudero escribió a su esposa: < las sales de baño y las haches, hasta el punto de no dejarlas utilizar los baños públicos. Todo un ejemplo de inadaptación a los tiempos que corren, incluso a los que van en bicicleta. Por nuestra parte seguimos en busca del tesoro perdido. La misión se está complicando por momentos, ya he perdido siete hombres y solo llevamos tres días de búsqueda. Empiezo a pensar que la premonición de aquel anciano del poblado se está cumpliendo, la sigo escuchando como si me la hubiese escupido hace un minuto… “¡Eh! ¡Tú! Si no llenas de aire las bombonas los buzos se morirán” Aunque ya sabes que no creo en esas supercherías. Mañana se presenta un día apasionante, vamos a explorar una zona nueva, estoy ansioso por explorar esas playas. Por estos parajes hay gente de todo tipo, individuos con extrañas manías. Adoran a dioses equivocados, gobiernan con doctrinas obsoletas y tien

No es otro estúpido texto surrealista.

Un individuo con puro y paraguas entra en una sastrería… Filipe: (Dirigiéndose al sastre) Buenas tardes, mi nombre es Filipe de Luz y querría un traje digno de una recepción con el embajador de Freedonia. Sastre: Buenas tardes, ¿prefiere el caballero un traje elaborado o hecho a medida? Filipe: El de mayor calidad de la tienda, y no importa el precio, no se preocupe por eso. Sastre: En ese caso podría sugerirle la elaboración de un traje a medida con la mejor de las telas. Filipe se dirige a la entrada para cerrar la puerta y bajar las persianas ante el estupor del propietario. Sastre: ¡¿Qué ocurre!? Filipe: ¡No hay tiempo! La recepción es esta noche… (Pasando su brazo por el hombro del sastre) Y además me persiguen… Sastre: ¿¡Cómo dice!? Filipe: (mirando tras la persiana) Cómo oye, un grupo de radicales me persiguieron ayer por toda la ciudad, suerte que la policía actúo a tiempo para detenerlos. Dispararon a las ruedas del coche para detenerlos; acto seg

Fin.

Quaid no pudo hacerse cargo de la hipoteca y no finalizó la historia. Ahora, se encuentra sumergido hasta el cuello en una playa del atlántico océano en busca de la involución que le otorgue la felicidad. Fin.

Desafío Total 2: También disponible en 4D

Anduvimos un largo trecho hasta llegar hasta la estación de tren, era el único medio de transporte que nos podía llevar a la montaña. Mimetice mi apariencia con mi traje de irreconocibilidad para no llamar a la atención, ni a ningún otro concepto digno de reseñar. Aunque tengo que admitir que la Crisis y el Euribor no paraban de mirarme. Al cabo de unas horas llegamos a la montaña, y tras bajarnos en la estación, comenzamos a callejear como el agua entre las rocas hasta llegar a la entrada del cuartel general donde un guardia afín a la revolución y al pelo cardado nos esperaba… Guardia: ¡¿Quién va?! Quaid: Realmente no vamos, venimos. Venimos a ver a Quato. Guardia: (En referencia a Quaid, ya sabéis, el que viene) ¿Quién eres tú? Esposa en B: Él es Quaid. Quaid: Exacto. Guardia: ¿Quaid? ¿Veraneas en El Portil? Quaid: Claro, aunque este verano he parado poco por allí. Guardia: Pues estás irreconocible. Quaid: Lo sé, es mi traj

Desafío Total

Un individuo trata de zafarse de dos miembros del cuerpo de seguridad mientras su “mujer” intenta sofocarlo con la historia de la realidad psicotrópica a la que fue condenado… Esposa en B: ¡Tranquilo Quaid! Quaid: (Tras acabar con los dos esbirros) ¿¡Qué ocurre aquí!? Esposa en B: ¿Te refieres a la situación global o al momento exacto? Quaid: (Con la mano en la barbilla) Ahora que lo dices… Tengo acciones en bolsa, pero prefiero que me informes sobre mi situación exacta. Esposa en B: Todo es un complot del gobierno, han manipulado tu mente. Quaid: ¿Mi mente? Esposa en B: Sí Quaid, tus recuerdos. Quaid: Pero… ¿Y nuestra boda? Esposa en B: Un implante cerebral. Quaid: ¿Y nuestro noviazgo? Esposa en B: Otro implante. Quaid: ¿Y mi tupé? Esposa en B: Otro implante. El peor de todos. Quaid: ¿Seguro que solo han manipulado mi mente? Tenía monedas sueltas en el salpicadero del coche y una visa oro en la cartera. Esposa en B: Esto… ¡Hay que salvar Marte Quaid!

Burocracia.

Un individuo se dirige a otro en mitad de un paso de cebra. Dave: ¿Quién eres tú? Vida: ¿Soy la vida? Dave: ¿¡La vida!? ¿No serás la muerte? Vida: No, no, mira mi licencia de pesca. Dave: Está caducada. Vida:¡Eso es lo de menos! Dave: ¿Y qué quieres? Vida: Pues yo creo que está claro, es tu turno de nacer. Dave: ¿¡Cómo!? Tengo 35 años, no creo que mi madre esté de acuerdo. Tengo 3 hijos, estoy casado y tengo un labrador. Vida: ¡Eso no puede ser! Dave: Claro que sí, mira mi licencia de pesca. Vida: Pues parece verdad... Aunque yo lo siento mucho, mi órdenes están claras, usted tiene que nacer el próximo martes a las 19:15. Dave: Me viene fatal, tengo pádel. Vida: ¿Cómo puede ser? ¿Acaso no tiene tiempo ni para nacer? Dave: La semana que viene no, y la siguiente empiezo las vacaciones. Vida: Pues que sepa que se encuentra en un desierto legal, a ojos del más allá ni siquiera ha nacido. Dave: Puede que las fuerzas del más allá no me hayan encontrado, pe

El peor Meme a esta orilla del río Tinto.

Nunca es tarde si la dicha es buena, al menos así reza el refrán. Así que más tarde que pronto emprendo el camino para llevar a cabo la misión sugerida por el amigo Melvin. Eso sí, desde un punto de vista muy particular, el que se divisa desde mi orilla... -El último libro que he leído : Átomos, moléculas, sólidos, núcleos y partículas. Un libro muy interesante de Robert Eisberg y Robert Resnick. Si queréis tener una visión definida de la física cuántica este es vuestro libro. -El libro que cambió mi forma de pensar : Pues... Mi primer libro de ciencias naturales, no recuerdo el año, pero leer sobre los futuros procesos biológicos que iba a estudiar en cursos posteriores fue como recibir la luz en el rostro en un día de invierno. Hubo un antes y un después para mí. -El último libro que me hizo reir: Tres sombreros de copa, de Miguel Mihura. Obra excepcional escrita en 1932, se la recomiendo a cualquiera que quiera pasar un buen rato. -Un libro prestado que no me han devuelto: De moment

Una tarde en el museo. Fin.

Sig se da la vuelta para comprobar la situación de Annette. Sig: ¿¡Annette!? ¿¡Annette!? ¡Se ha marchado! (se agacha para recoger el chaleco lleno de barras de gelatina) Se ha ido y ha dejado aquí el chaleco lleno de explosivos. Que ironía, al final quedo como el único representante de una idea que me pareció disparatada desde el principio. Bueno, muerto el perro se terminó la rabia, solo me queda marcharme a mi casa. Espero que mis próximas vacaciones sean menos movidas que estas... Sig toma la dirección de la salida cuando una voz proveniente del fondo de un megáfono llama su atención... Megáfono: ¡Salga con las manos arriba! Sig: ¿Cómo? ¿Pero esto qué es? Megáfono: Atendiendo estrictamente a su pregunta, esto es una obra de teatro, micro teatro. Sig: No, me refiero a la situación en si. Megáfono: ¡Ah! Es un proceso mediante el cual yo le digo que salga con las manos en alto y después lo detenemos, vamos, que somos la policía. Sig: ¿¡Cómo!? ¡Pero si yo no he hecho nada! Megáfono: Es

Una tarde en el museo. V

Sig: ¿¡Estás loco!? ¿Cómo sigues con el juego? Thomas: Tranquilo, esto solo es gelatina, no hay ningún problema. ¡Pero me tienes que ayudar! Si Annette se entera de que es una farsa me dejará para siempre, tienes que ayudarme a conquistarla.. Sig: ¿¡Ayudarte a conquistarla!? Mi avión sale en tres horas, me tengo que marchar. Sig hace el ademán de marcharse pero Thomas lo retiene agarrándolo por el brazo. Thomas: No puedes hacer eso. Sig: ¿Por qué? Thomas: Para darle más importancia al asunto he avisado a la prensa. Sig: ¿Qué has hecho qué? Annette se da la vuelta y abandona la contemplación del cuadro. Annette: Sig, no veo ningún mensaje. Sig: Estás mirando la esquina equivocada Annette, es la superior derecha. Annette: Como digas, pero creo que aquí no hay nada... Annette vuelve a inspeccionar la obra. Continúa el diálogo en voz baja de Sig y Thomas. Sig: Repítemelo, ¿has llamado a la prensa? Thomas: Sí, Annette me

Una tarde en el museo. IV

Annette: (Con un tono más complaciente y relajado hacía Sig) Siempre fuiste un bohemio, un amante de la libertad. Sig: No te imaginas las piernas que tiene la libertad. Annette: ¿¡Cómo!? Thomas: ¡Voy a apretar el interruptor! ¡Mi vida no tiene sentido! Sig: Bien visto no te falta razón, pero no creo que sea necesario montar este melodrama. Annette y tú podéis hacer todo esto por internet, hoy en día se pueden visitar museos desde casa, bastaría con destrozar el monitor. Annette: No cambies de tema Segismundo, ¿tienes una cita? Sig: (Nervioso y tartamudeando) Bue, bueno, quizás. Annette: (enojada)¡Lo sabía! Thomas: (Se acerca a Sig visiblemente enfadado) ¡Maldito filósofo de pacotilla! Annette estaba a punto de comenzar una relación conmigo, ¡lo has fastidiado todo! Sig: ¿¡Cómo!? ¿Qué entiendes tú por cortejo? He visto protocolos nucleares con menos riesgos. Annette se va a una esquina del escenario y deja a Thomas y Sig debatiendo

Una tarde en el museo. III

Sig vuelve al plano del escenario. Sig: ¿Infelicidad? Los conceptos evolucionan con el tiempo, hace quinientos años un individuo era feliz si llegaba a los treinta con todos sus miembros útiles y al menos los dientes de arriba, ahora el concepto de felicidad ha cambiado, la felicidad viene definida por el tiempo que transcurre desde que te congelan el sueldo hasta que suben los impuestos. Thomas: ¡Porque estamos inmersos en el sucio capitalismo!, tenemos que abandonar este modelo. Sig: Pero eso no puede ser, no podemos funcionar con autosuficiencia y buenas intenciones. Annette: Tienes una visión muy pragmática de la vida, hemos sido guiados por individuos muy codiciosos en estos últimos años, el mundo necesita más esperitualidad. Sig: Eso choca de frente con mis ganas de tener una televisión de plasma. Thomas: ¡Hay que desligarse de ese tipo de deseos materiales! Sig: (ligeremente indignado) Pero... ¿¡qué está ocurriendo aquí!? En la agencia de viajes me dijeron: con es

Una tarde en el museo. II

Annette: ¿Cómo puedes estar tan seguro de lo que dices? Sig: Si crees que estoy equivocado pregúntale a la invocación. Annette: ¿Qué invocación? Sig:Me la han regalado con el móvil. La verdad es que no saben que inventar, ¿qué va a ser lo próximo? ¿Un sistema económico que funcione? Tengo tarifa de invocación hasta noviembre. Annette: (Mirando al techo) ¿Y qué tengo que hacer? ¿Quién está al otro lado? Sig: Sir Isaac Newton. Annette: ¿Sir Isaac Newton? S.I.N :(se escucha una voz profunda que procede de la nada) ¿Alguien tiene una manzana? Sig:(en voz bajita) ¿Lo ves? (con tono normal) Creo que tiene falta de fósforo. Annette: Sir Isaac, me pregunto si todas las afirmaciones que está llevando a cabo Sig son ciertas. S.I.N: Por supuesto que lo son, si me lo permiten me tengo que marchar, dejé la física por la repostería y tengo una tarta en el horno, el pastel de manzana es mi plato estrella. La voz se esfuma y Annetta y Sig vuelve

Una tarde en el museo. I

Una mujer de menos de 30 años de encuentra observando un cuadro en un museo cuando un varón de similar edad la reconoce y comienza el diálogo a los pies del lienzo. Sig: (Entra en la estancia y reconoce a Annetta, aunque se acerca a ella con miedo de errar el saludo) ¿¡Annetta!? Annetta: (Se vuelve hacía Sig) ¿¡Segismundo!? Sig: Baja la voz, podrían escuchar mi nombre completo, (Se dan un abrazo mientras ella aprueba el comentario de Sig con una amplia sonrisa) Annetta: Siempre igual Sig. Sig: ¿Qué tal? Veo que sigues igual de bella y con ese maravilloso acento francés ¡Eres la última persona que esperaba encontrar aquí! Annetta: Estoy pasando unos días en la ciudad, y me dije: Annetta, tienes que ir a ver la exposición al museo. Sig: Que curioso, yo también estoy pasando unos días en la ciudad ¡Qué forma tan increíble de sincronicidad! Carl Gustav Jung estaría orgulloso de nosotros. ¿Qué te parece si lo celebramos tomando un café? Annette: M