La habitación. Fin.
El ascensor llega a la segunda planta y al abrirse la puerta un señor gordo con bigote y una pecera en sus manos se dirige al grupo.
Señor Márquez: ¿Alguien ha visto mi arenque? Se llama Tobías cuando volví a mi habitación se había esfumado.
Corista nº 7: Creo que me acaba de tocar una pierna.
Corista nº 3: ¡A mí también me ha tocado!
Señor Márquez: ¡Tobías! ¡Papi va a por tí!
El señor Márquez con su pecera hizo que el espacio del ascensor fuese cercano a cero, mientras tanto, medio metro a la izquierda Triump alargaba su brazo derecho con la intención de poder rodear el cuello de Casablanca…
JP: ¡Maldito Casablanca!
Ron Casablanca: Tranquilo señor Triump, pronto estaré en mi habitación doble y tan sólo se tendrá que preocupar de subirme el desayuno todas las mañanas hasta final de mes.
Corista nº4: ¡Qué asco! ¡Algo ha tocado mi cuello!
Señor Márquez: ¡Tobías!
Ron Casablanca: ¡No! Ron, mi nombre es Ron. Y sólo le he tocado el cuello para comprobar que era del mismo material que sus piernas.
Corista nº4: (mientras lanza un bofetón) ¡Mal educado!
Ron Casablanca: ¡A estribor!
Ron Casablanca se agacha dejando vía libre para que el bofetón impacte sobre la cara del guardia de seguridad a la misma vez que alguien pulsa el botón de llamada del ascensor,y la máquina comienza a descender.
GS: ¿¡Quién me ha golpeado!?
Señor Márquez: ¡Tobías!
Ron Casablanca: Son todos una panda de locos…
Triump: ¿Locos? ¡Eso! ¡Estoy loco! Jajajaja, eso es, ¡estoy loco!, ¡estoy loco!, ¡estoy loco! Jojojojo.
Señor Márquez: ¡Tobías!
Triump: ¡Yo soy su arenque! ¡Sí señor! ¡Me llamo Tobías! ¡Tobías!
Señor Márquez: Ni pensarlo, ¡sólo hay sitio para mi Tobías!
En ese momento el ascensor retorna a la recepción y todos los individuos salen del habitáculo como si estuviesen huyendo de una quema, Ron Casablanca se dirige de nuevo a la recepción donde una recepcionista atiende la conversación del sujeto ante la fija mirada del señor Triump y la incesante búsqueda del Señor Márquez…
Ron Casablanca: Perdone señorita…
Señorita Ann: Señorita Ann, ¿en qué puedo ayudarle?
Ron Casablanca: Tengo una reserva a mi nombre, Ron Casablanca, una habitación doble.
Señorita Ann: Lo siento pero no me aparece nada. No tenemos habitaciones dobles disponibles en el Palm Hotel.
Ron Casablanca: ¿Palm Hotel? Vaya, ¡qué tontería! Creo que me he equivocado de hotel, tengo la reserva en el Palma Hotel. Lamento la equivocación señorita, hasta luego.
Triump: ¿¡Cómo!? Señor… ¿de verdad no tiene un sitio para en la pecera?
Un final a plena carcajada, de aquellas que se dejan arrastrar de las anteriores publicaciones, se lo extrañará en demasía a Ron Casablanca… y a Tobías por supuesto.
ResponderEliminarHa realizado una escena desopilante con el humor del desparpajo.
Le dejo un fuerte abrazo.
Monumental Gin! Me imaginaba ese relato con tantos locos dando vueltas y esos diálogos desopilantes...
ResponderEliminarQué te pareció el link?
Te mando un besote!
Puro disloque.
ResponderEliminar¿Resultado?: mandíbulas a punto del desencaje.
Desde aquí te mando uno de los del siguiente enlace, tipo A: https://a3bfiq.bay.livefilestore.com/y1pMnhsxeHZk_W3rB7HnptYXPAlBE8799JrrbFutySUiXLmVeWNGo4CLjJifjnpSik2Iiop9khYIbXC0IGNIXGNfAjZqoNNyKjf/Plauso.jpg?psid=1