Quevedo VS Góngora, el génesis y final de la disputa.




Hoy hacemos un trabajo de investigación, ahondamos en la historia, damos un bocado a los archivos históricos y volvemos atrás en el tiempo para desvelar al mundo el verdadero motivo de la disputa entre estos dos grandes genios de la literatura española: Mazinger Z y Belén Esteban, perdón, he confundido el archivo; Góngora y Quevedo.

Desde muy pequeños han compartido trayectoria, ya en el jardín de infancia mantenían grandes enfrentamientos por la construcción de dibujos con pasta para el día del padre, Quevedo afirmaba que los dibujos de Góngora eran pródigos en macarrones y espirales, mientras que Góngora atacaba a Quevedo con un crítica a la marca de pasta utilizada y un mazo de quince kilogramos. La cosa no mejoró en el colegio, la competencia por quedar el primero de la clase era continúa, el momento más crudo de la guerra colegial se vivió en clase de tecnología. Ese apartado de sus prolíficas vidas se conoció como el “Hipérbole frío”, si uno creaba un artilugio de destrucción total, el otro intentaba superarlo, de sobra es conocida la época en la que Góngora jugaba con la radiactividad con el fin de crear un bomba súper poderosa. En el último trimestre sus esfuerzos se intensificaron, pero justo un par de días antes de diseñar el artilugio definitivo dieron las notas, finalizando con su investigación. Trece de sus compañeros de laboratorio murieron y un profesor se auto convenció de ser un rumiante, pero todo valía con tal de lograr la victoria en este enfrentamiento. Una vez acabada la etapa colegial el dúo ingresó en el mismo instituto, el Siglo de oro High School, donde ambos destacaron en la misma materia en un período espacio temporal muy corto, la literatura, los dos luchaban por el puesto de quaterback y por el corazón de Pegy sú de Berceo, y ambos pretendieron ir al baño al mismo tiempo, lo cual les fue del todo imposible porque en esa época no se habían inventado todavía los baños. Una vez abandonado el High School, Góngora y Quevedo comenzaron con su actividad literaria, si uno publicaba una novela de vampiros adolescentes el otro conseguía crear un obra en la que se desvelaban los secretos de Leonardo da Vinci, hasta que el desenlace a esta disputa llegó de la forma más inesperada. Una tarde de primavera se encontraban inmersos en una discusión literaria sobre la autoría de “Sabor a hiel” cuando un maduro Manuel Fraga se cruzó en el camino de ambos y al ser preguntado sobre el tema lo siguiente, zanjando la discusión, “Iros los dos al carallo y badararar, lalar asrparra, ZzzzzZzzzz”

Comentarios

Entradas populares de este blog

A Belén Esteban le cae un objeto de atrezzo en la cara y aparece un tercer rostro.

Receta para un guacamole de 10

Un poco de historia